sábado, 10 de enero de 2009

Psicodelía Inútil


Hoy es una noche perfecta para enamorarse pero la desperdiciaré de la mejor manera que pueda.

Hay mil maneras de dar por lado a una noche cubierta de mercurio electrizante  como esta

Podría inducirme en una ráfaga eterna de recuerdos y tatuarme una despedida en el antebrazo buscando hacer las cosas más sencillas.

O podría complicarme.

Dejar escapar como ira todos los remordimientos guardados, explotar inevitablemente y pedir gracia al sentirme acorralado por la luna

Hay tantas maneras de desperdiciar una noche que no lo creería uno si no fuera porque ha tratado cada una de ellas.

Podría recordar si estaría de más otra noche llena de vagas esperanzas impulsadas por flojos deseos de abarcar la realidad en momentos de fantasía

Podría olvidar.

Diluir tu perfume de mis noches

Excluir tu presencia de mis sueños

Dejarme seducir por la psicodelia inútil y justo antes de perderme por siempre, dar un paso atrás y llorarte como en el momento en el cual las rosas se convierten en flores y no en poesía, la vida se vuelve real y la felicidad resulta culpable.

Podría dormir y malgastar la vida como malgasto el atardecer en mis venas

Desperdiciar mis noches como desperdicio mis días: pensando en ti.


miércoles, 7 de enero de 2009

Felicidad

No entiendo la felicidad, en lo personal creo que la felicidad es más difícil que la tristeza, pero pues es solo una opinión y siendo realistas solo me baso en el hecho de que la tristeza siempre suele tener un motivo algo que la felicidad carece.

Todo esto va a un simple hecho: Soy feliz y no termino de captarlo, digo tengo muchos motivos para ser feliz pero creo que tengo más motivos para estar triste, sin embargo sigo feliz, no inocente ni confiadamente más bien fuertemente arraigado a esa convicción.

La música debe tener algo que ver, amo la música es relajante y tan diversa, siempre tengo una canción en la cabeza, así que es evidente que la música tiene su parte dentro de la ecuación de la felicidad.

También suelo escribir quizás es el modo por el cual elimino gran parte de la tristeza de mi sistema pero aún así lamentablemente los hechos tristes están mucho más dentro de la realidad que de la ficción así que el escribir no es la respuesta ante la felicidad.

Así que debo concluir que lo único que me hace feliz eres tú, ni siquiera tengo ganas de explicarlo.