Nescafé

Me alegra volverte a ver, deja tus cosas en la entrada y sientate en la sala, me gusta que porfin estemos a solos y podamos hablar de nosotros.

Linda, tomemos un poco de café porque necesitamos soltar la lengua para poder hablar de ojos llorosos y hombros que no resistieron a cada uno, podemos poner tu canción favorita solo prende la grabadora porque siempre la tengo lista para cuando regresaras.

¿Cómo te ha tratado la vida? Aquí las cosas no han cambiado mucho, compramos un pequeño coche para movernos más ahora que mi padre trabaja fuera de la ciudad por lo que porsupuesto lo vemos menos pero aún así siempre que viene me pregunta por ti, siempre risueño sentado en el comedor preguntando si no vendrá a comer esa linda señorita de cabello rubio y yo diciendole que ya te apareceras algún día.

Y te apareciste hoy, que curioso, no me gusta creer en el destino porque siento que es algo irresponsable pero justamente hoy decidí quedarme en casa; y aqui estamos tu y yo solos en la sala, como en los viejos tiempos solo que ahora mi cabello es más corto y mi sonrisa un poco forzada pero tú sigues igual, lo único que has cambiado fue el largo de tu cabello y el bronceado en tu rostro, pero sigues exactamente igual, tu mirada ha permanecido intacta desde aquel septiembre cuando te conocí y me enamoré irremediablemente.

Entonces pues quizás sea bueno ir directamente al punto, ¿Te ha servido este tiempo para pensar las cosas? La última vez que te vi me dejaste con una respuesta bastante ambigua y la única vez que hablé contigo en estos ocho meses me dijiste que las cosas podían cambiar pero que necesitabas tiempo.

Y aqui estas con todo el tiempo que pudiste tomar tras de ti, con una respuesta sincera como es tu costumbre y un silencio que me agobia necesito saber que pasa y si me pudiste olvidar como quedamos intentar, quiero que sepas que yo fallé terriblemente, está claro para mi que nunca te podré olvidar porque te amo.