miércoles, 22 de abril de 2009

De Mares y Amores


El clima es perfecto para este tipo de conversación
pedimos un poco de tiempo 
la mañana es larga y tenemos papel
pero Julia es demasiado fría para escribir lo que siente
y nosotros ya no estamos para poesía así que escribimos una historia que va asi:

Me arrojé completamente sobre un mar de incertitudes y esperé no ahogarme en todas las pretesiones que impone seguir buscando algo en medio de la nada.
Recuerdo aquella vez en la que nuestras miradas se juntaron para no hacer nada al respecto y no puedo evitar pensar que quizás estemos fuera de tiempo al seguir alargando la tensión,rompiendola ,jugando con ella y sacándola en momentos inapropiados con una pésima sincronización y a destiempo.
Envueltos en problemas y entre árboles de manzanas, asi viviamos Rocio y yo, jugando a perseguirnos sabiendo donde nos encontrabamos, pasándonosla bien hasta que los demonios que rondaban por las noches nos alcanzaran, nos poseyeran y nos dijeran cosas horribles.
Entonces nos fuimos a la playa, nuestros padres quisieron que conocieramos el mar porque pronto se sequaría y nos vimos formados ante filas y filas de personas esperando poder capturar un último momento con el mar en sus mentes.
Después de catorce horas y trece minutos porfin tuvimos nuestros diez minutos a solas con el mar, nuestros padres preferieron tomar fotografías y escribir sobre lo que le dirian a sus nietos de como lucía esa eternidad azul.
Mientras que Rocío y yo simplemente nos aventamos al mar, pero ella me rebasó rápidamente y pronto llegó al centro del mar mientras que yo tuve que nadar por otros tres minutos para alcanzarla; lamentablemente ella ya no estaba ahí cuando llegué y uno no tiene mucho lugar para perderse o para encontrar a alguien en el oceáno, preferí regresar corriendo hacia donde nuestros padres y gritar con urgencia que no encontraba a Rocío.
Fue entonces que me di cuenta que el mar me había arrebatado lo que más apreciaba en la vida y comprendí el verdadero motivo para haber viajado tan lejos hacia un mar decadente.

Otro jugo de naranja y esta vez sin hielos, dice Julia
y yo pido hielos porque me gusta llevarle la contraria.


2 comentarios:

  1. Sí, creo en el azar, en la suerte ya no tanto ;)

    Un besito.

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  2. Me ha gustado mucho este post.. aparte del mensaje.. lo bien escrito y estructurado del mismo.

    Saludos!

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Critica sabiamente :D