miércoles, 8 de abril de 2009

Velada Instantánea


Ella era una exitosa poesia hecha mujer, sus labios de carmesí eran adecuados para esta estación del año así que cada vez que los usaba en público las niñas a su alrededor comentaban de lo bien que se veían en acción.
Por supuesto uno elegía mantenerse atento como si  tuviera otra opción y regala pequeñas miradas, no precisamente acosadoras, pero si lo suficientemente enfocadas para llamar la atención de aquella mujer para así entonces lograr que apartara esos bien logrados labios carmesí de su amante en turno.
Después  de veinte tres minutos de insistir celosamente se logra el objetivo y ella despide a aquel jóven de pantalón negro y camisa verde para acercarse a la banca donde me encontraba mirándolos desde hace un buen tiempo.
Supongo que para iniciar una conversación me preguntó la hora pero yo le respondí sinceramente que no importaba y mejor le ofrecí tomar una copa de vino en un restaurante que estaba cerca de ahi a lo que ella respondió que por ella estaba bien siempre en cuando fuera un buen vino blanco francés, de esos que ya no hacen, a lo que le respondí que solo conozco ese tipo de vino.
Nos sentamos y empezamos a platicar de lo bien que luciamos juntos pero empezó a ser aburrido así que mejor nos empezamos a reir del mesero en cuanto nos vino a pedir la orden y claro le pedimos huevos revueltos y un buen vino blanco francés para acompañar mientras que empecé a tomarle fotos con mi celular a los labios de tan maravillosa mujer ,como le dije, para presumir a los amigos.
Volvimos a llamar al mesero y le pedimos que de favor pusiera música de rock en cuanto terminara la otra pieza y ante tanta resequedad y falta de paciencia  decidí sacar mi carácter romántico con mi acompañante lo más pronto posible.
Fue hasta entonces que pude ver más allá de lo que me había llamado la atención por primera instancia, sus delicados ojos ligeramente verdes mantenían viva una luz que no podía comprender del todo y que invitaban a mi vista a bailar eternamente alrededor de ella, sus finos cabellos marrones sueltos serpenteando con el viento dejaban escapar una esencia exquisita a manzana de otoño directamente sobre mi rostro, toda una visión paradisiaca coronada por supuesto por aquellos labios carmesí que eran simplemente perfectos.
Me enamoré y ella se dio cuenta de eso por lo que se levantó cortesmente y se despidió recordandome de nuevo que uno nunca se debe enamorar y que uno debe luchar contra sus sentimientos desde el principio.
Mi velada instantánea parecía haberse estropeado pero no iba a permitirme desperdiciar tan magnífico vino blanco francés así que pedí subieran el volúmen de la música y pasé horas bebiendo y cantando poesía a esa hermosa mujer.



1 comentario:

  1. wow! kike me fascino :D
    en vdd! felicidades no se que decir me parecio increible! x3

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Critica sabiamente :D